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La vida siemPRe tiene algo para dar

Cabra da Peste pasó por Rocksario en una nueva fiesta Clande

Por el Juancho Mazzeo @largavida.alrock.radio

En estos tiempos violentos, de agresión contante a la cultura popular, surgen las redes solidarias que sostienen, contienen y refugian desde el arte, como espacio de resistencia y construcción de utopías. Y la Clande es un ejemplo de eso.

El mítico Galpón 11 a orillas del Paraná fue el espacio para encontrarnos y disfrutar de una gran noche de música: Perro Suizo, una versión acústica de Farolitos, Bruta Grúa y Cabra da Peste nos ofrecieron una gran noche.

“Leo, el 5 toca la Cabra en el Galpón, me vengo de Cruz del Eje y vamos”, la respuesta no se hizo esperar “Dale, te espero, pásame a buscar”, y como hace 25 años, ahí fuimos, en ese camino de amistad que la política provocó y el rock selló a fuego. En el año 99 estuvimos presente en ese mismo lugar para ver Las Pelotas y quedar fascinados con una banda que en vivo era impecable. Y nuevamente en la ruta, charlas, risas, putiadas, silencios y música de fondo.

Estacionamos el forcito y bajamos saludando al Rama y Eric “el chunkano” (ja!), y Gastón, con una sonrisa enorme, que anticipaba lo que se venía. Entramos y entre abrazos y risas, comenzaba la prueba de sonido mientras se colgaban los trapos de las tribus que iban llegando de diferentes puntos cardinales: Santa Fe, Chaco, Miguel Torres, Ezeiza, Paraná, las banderas locales y la voz del Negro Gamboa nos abrazaba en esa previa que ponía a punto el sonido.

Apenas pasadas las 20, Perro Suizo le dio continuidad a la prueba de sonido que estaba haciendo, mandó un rebaje, cambió de camiseta y el disfrute fue total. La banda que presenta disco nuevo en noviembre, compartió en su repertorio algunos temas que se vienen y nos hizo bailar durante 40 minutos. El Mati Belmonte en la voz y saxo, David Venanzi en el bajo, Emanuel Portela en la bata y Esteban Besteiro en la guitarra, están sonando muy pero muy bien, y nos dejaron con ganas de escuchar el disco ya, y de poder acompañar cuando lo presenten, obvio, porque hay que bancar a las bandas en forma presencial.

Los amigos de Farolitos enviaron a sus delegados para hacer unos temas acústicos y nos compartieron un hermoso momento con las guitarras y las voces del Marcos y Leo. Media hora de rock, amistad y versiones compartidas con el Mati, el Negro Gamboa y Brian Ramos. Si hablamos de solidaridad, pies en el barro y rock en Rosario, es sinónimo de Farolitos, hermosa banda que sostiene coherencia y compromiso entre lo que canta y lo que hacen desde el arte para acompañar los reclamos de los de abajo y la lucha de los organismos de Derechos Humanos.

A las 10 menos cuarto, menos diez, comenzó Bruta Grúa, un power trío que me dejó de cara por lo que ofrecen en vivo: qué bien que suena. El trío conformado por Juan Agüero en voz y guitarra, Brian Ramos en el bajo y Gastón Marotta en la bata, ofreció alta presentación en un Galpón 11 colmado y esperamos que los temas nuevos que vienen difundiendo se transformen en nuevo disco.

Con un ambiente de calor, humedad y agite, la banda de los barrios salió a ofrecer su corazón, como en cada concierto a banda completa, como en cada acustibardo. Con el Tise en las luces, el Fer en el arte visual y el Laucha en el sonido, el Raulo cuidando las cuerdas, el Iraki y Jairo atentos a cada jugada, Cabra da Peste nos abrazó con una gran lista de temas: Cuánta policía, Terraza, Río de janeiro, Semilla, Hermanos, Ojalá, Latino, Costilla, Bus al norte, Quién, Abstinencia (con el Juanjo de La Clavija), Las voces, Libres, Sobre las balas derramadas (con Marcos de Farolitos), Argentina, Mal en karma, Entre la risa y el dolor, Cambios (con el Mati de Perro Suizo), La vida siempre y Ningún pibe.

Dos hermosas horas de otra gran puesta en escena de Cabra, una banda que viene creciendo musicalmente y en convocatoria, desde la autogestión, la horizontalidad, y poniendo en valor la palabra como lazo en la construcción de redes, ofreciendo su escenario a otras bandas para compartir, para tender una mano en tiempos muy complicados para la cultura.

Ahí donde hace 25 años disfrutamos de Los Piojos y Las Pelotas, una vez más fuimos convocados por el rock para ser parte de una celebración de amistad, autogestión y solidaridad.

Nos vemos la próxima, convencidos de que la salida, siemPRe, es colectiva.

Pd: gracias Gastón por apostar a estos encuentros, que se multiplique la Clande y sus abrazos, salú!